Cada equinoccio de primavera, miles de
personas acuden a las pirámides de Guachimontones para cargarse de
energía. Esta tradición es parte de la identidad prehispánica de México, pues
estas pirámides fueron usadas como un centro ceremonial que se localiza al
Oeste de Guadalajara, la capital del estado de Jalisco.
Las investigaciones arqueológicas de los
Guachimontones aún tienen mucho qué revelar, pues se cree que en esta zona
existió una compleja sociedad durante los años 300 a 900 antes de Cristo.
La edificación de las pirámides de
Guachimontones es por demás peculiar, muy distinta a lo que se tiene
documentado en la historia prehispánica. Más que pirámides son una serie de
montículos escalonados rodeados de patios en círculos en donde se cree se
realizaban juegos de pelota o bien tenían funciones de terraza.
El descubrimiento es relativamente
nuevo, ya que data de 1970 y los trabajos estuvieron a cargo del arqueólogo
Phil Weigand y su esposa Arcelia García, así como un equipo de investigación.