El monumento histórico por excelencia del puerto de Acapulco no podía ser otro que el fuerte de San Diego, esta fortaleza marítima es también la más importante a lo largo de todo el Océano Pacífico sobre todo por su valor patrimonial.
Su construcción, similar a la de una tortuga o un pentágono, es ahora un museo histórico, pero su edificación fue ordenada por los españoles para evitar los ataques de los piratas en 1615 y terminó en 1617, aunque también tuvo funciones de convento, hospital y cárcel.
Cuenta la historia que fue precisamente en este sitio en donde surgió la célebre frase "¡Viva España hermana, mas no dominadora de América!" durante la guerra de Independencia.
El fuerte de San Diego, si bien cuenta con muchos defectos arquitectónicos militares, los cuales fueron subsanados durante 160 años, fue fundamental para que Acapulco se convirtiera en uno de los puertos más importantes por su intensa actividad comercial.
